Principal comentario positivo
4,0 de 5 estrellasMucho más que una historia de amor
Revisado en España 🇪🇸 el 27 de marzo de 2018
Hace ya tiempo que quería empezar esta saga literaria. Mi madre me había hablado de ella y por lo que me contó, estaba segura de que me iba a gustar. No obstante, a pesar de que no suelo hacerlo de este modo, empecé viendo primero la serie de TV que, como suponía, me enganchó. Al terminar la tercera temporada me decidí a comparar el primer libro de los ocho que actualmente están publicados (de un total de diez). Opté por la edición en inglés porqué había leído que determinadas ediciones traducidas al castellano no estaban completas, y no quería comprar ningún libro mutilado.
Llegados a este punto me gustaría hacer un apunte en referencia al idioma. El inglés no es mi lengua materna pero siempre procuro que uno de los libros que estoy leyendo esté escrito en dicho idioma, de modo que tengo cierta fluidez en su lectura. No obstante, Outlander presenta cierta dificultad en contracciones a las que no estaba habituada y, por supuesto, expresiones y jerga (en gaélico) que en ciertos momentos entorpecen una lectura que, de otro modo, sería más ligera. No obstante, también resulta interesante.
Más allá del lenguaje, la novela me ha gustado mucho. Es mucho más que una novela romántica al uso y no es, para nada, una novela de ciencia ficción, pues lo único que podemos destacar en este sentido es el viaje en el tiempo que realiza Claire, pero incluso el modo en el que lo hace es más propio de la magia que de la ciencia ficción. Es un leitmotiv que ya había visto en otras historias, como en la trilogía de Nora Roberts El Círculo (2006) o los manga Red River (1995) de Chie Shinohara o Fushigi Yugi (1992) de Yuu Watase, y es un recurso que siempre me ha gustado mucho para iniciar una novela porqué considero que le da más juego, más contexto, a la historia.
Diana Gabaldon publica el primer título de la saga Outlander en 1991, y nos cuenta, en tercera persona, como Claire Randall, una enfermera que ejerció durante la Segunda Guerra Mundial, viaja a través de un círculo de piedras megalítico, Craig Na Dun, hasta la Escocia del siglo XVIII, dejando atrás a su marido, Frank, con el que se había reencontrado al finalizar la guerra para retomar su relación. Allí conocerá a James Fraser, Jamie, el otro protagonista masculino de la saga. Los personajes están bien construidos y el contexto histórico bien tramado, la documentación por parte de la autora es impecable, resulta fácil para el lector trasladarse a las Highlands en la época de los clanes, unos años antes del levantamiento jacobita de 1745.
A pesar de que la novela está catalogada como romántica, ganó el premio RITA (Romance Writers of America) a la mejor novela romántica del 1991, las líneas argumentales están bien equilibradas, de forma que el interés que suscita va más allá de la relación romántica de los protagonistas; al igual que Claire, nosotros/as conocemos ciertos detalles de los sucesos que están por venir, sabemos que es lo que sucedió, y eso ayuda a crear un clima de tensión, de expectación, que sumado a las vicisitudes por las que pasa la pareja protagonista, nos dan, sin duda, ganas de pasar las páginas una detrás de otra, a toda velocidad, para ver como se desarrollan, finalmente, los hechos.
Como suele ser habitual, el libro y la primera temporada de la serie de TV tienen diferencias en ciertos detalles y en generalidades de la trama argumental: para mi, eso añade interés a la serie, pues tiene la capacidad de sorprenderte en ciertos momentos si has leído antes el libro; y viceversa si has decidido empezar primero con la serie.