Principal comentario positivo
5,0 de 5 estrellasExcelente
Revisado en España 🇪🇸 el 14 de junio de 2020
Es una barbacoa perfecta, de gran calidad.
En primer lugar, está muy bien construida, los elementos están fuertemente soldados y el conjunto desprende una sensación de robustez y solidez. Es aparentemente irrompible. Además el metal utilizado es muy grueso, lo cual además de ofrecer resistencia, hace que cuando se calienta, alcance una temperatura bestial y se mantenga caliente durante mucho tiempo. Con barbacoas baratas que están hechas de un metal finito, no conservan bien el calor y no se calientan lo suficiente. Con esta barbacoa, además del calor generado por las brasas, el metal se calienta y también cocina los alimentos. De esta manera entre las brasas y el metal, obtenemos un temperatura enorme.
La barbacoa tiene en el interior una rejilla muy sólida que sirve para que haya una cámara de aire entre la base de la barbacoa y las brasas. Es decir, el carbón debe colocarse encima de la rejilla, y debajo de la rejilla no hay que poner nada. Sirve para que el carbón “respire”. Además de esta rejilla interior, lógicamente también se incluye en la caja la rejilla superior donde se colocan los alimentos que queremos preparar.
Es aconsejable colocar la barbacoa en piedra natural, o baldosas de barro, o algún suelo que resista bien la temperatura ya que se calienta mucho. Una vez que está encendida, para moverla es necesario algún trapo de algodón o guantes para horno. Y nunca dejarla desatendida, para evitar riesgos de incendio. Si nos vamos de casa aunque sea un momento, debe estar bajo vigilancia o bien apagarla con agua.
Sobre el funcionamiento, cada uno tiene su técnica o gustos; yo lo hago como me enseñó un amigo y la verdad es que funciona de maravilla:
Retiramos la rejilla superior (donde se pone la comida). Encima de la rejilla interior, colocamos pastillas de encendido o bien algo que produzca una buena llama durante un rato. Cuando haya un buen fuego, colocamos la rejilla superior y ponemos carbón encima, para que se encienda. Es aconsejable darle la vuelta al carbón de vez en cuando para que se encienda bien. Podemos soplar o ventilar con una revista para acelerar el proceso. Una vez que el carbón ya está encendido (soplamos y vemos que está al rojo vivo) entonces cogemos la rejilla y volcamos el carbón encendido en el interior de la barbacoa. Y seguidamente vamos metiendo dentro más carbón. Vamos soplando para que el carbón “fresco” también se encienda. Y así, vamos añadiendo más carbón progresivamente. Es muy importante soplar o ventilar para que se encienda bien. En unos 10 minutos ya estará todo el carbón encendido y tendremos una temperatura increíble. Llegados a este punto sólo tenemos que colocar nuestra comida y disfrutar. No os olvidéis de tener a mano unas pinzas de metal para no cocinar también vuestros dedos.
He usado esta barbacoa unas 4 o 5 veces y estoy encantado. Ha sido un gran entretenimiento durante el confinamiento y ahora se ha convertido en nuestra nueva afición. Se puede cocinar de todo. Cuando la comida está preparada, para aprovechar las brasas, me gusta poner dentro patatas envueltas en papel de plata y salen unas deliciosas patatas asadas.
El tamaño de la barbacoa es ideal. Aunque parezca pequeña, tiene una potencia brutal y se puede cocinar para un gran número de personas, sólo hay que ir haciendo tandas. Se hace todo rapidísimo y si ponemos una buena cantidad de carbón, puede estar un par de horas funcionando a toda máquina. Y si queremos cocinar más, simplemente vamos añadiendo más carbón y podemos cocinar indefinidamente. Tiene un tamaño ideal para transportar y limpiar y no ocupa mucho sitio, a diferencia de otras barbacoas súper aparatosas y grandes que ocupan media terraza.
En definitiva, 100% recomendable.
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