Desde la fundación de Thomas Sabo en 1984, la identidad y el estilo de la marca quedaron plasmados en un brillante y preciado metal:la plata de ley 925, sin níquel. Es la plata más pura que se utiliza en el sector joyero y la que cuenta con mejores propiedades físicas.Thomas Sabo,el fundador de la marca, con ojo para las tendencias,un gusto especial por el detalle y pasión por la joyería,no solo dio una otra imagen a la plata de ley en los ochenta, sino que también le otorgó un otro significado.