Vivir como tú quieres está más cerca de lo que imaginas

“No encajo aquí”.

Quiero viajar más”.

“Quiero aportar más”.

Así nos sentíamos cuando teníamos un trabajo estable de lo que habíamos estudiado.

Con ganas de viajar, con ganas de aportar ideas y, sobre todo, con la sensación eterna de que ese trabajo no era nuestro sitio.

Y nos dimos cuenta.

No queríamos estar donde estábamos.

Aprender ya era una constante de la vida para nosotros, e intentábamos aplicarlo a nuestro día a día.

Sin embargo, años antes nos pasó algo que, llegados a este punto de «apatía» laboral, marcaría un punto de inflexión.

Algo que daría un giro de 180º a nuestra visión.

Y ese algo… HOY DEFINE QUIÉNES SOMOS.

Todo cambió cuando decidimos tomar las riendas de nuestra vida y comprometernos con nuestros sueños

Nos conocimos en la universidad, vivimos en Italia de Erasmus y disfrutamos de nuestra libertad viajando todo lo que pudimos y más.

(Suena nostálgico, lo sabemos… :D)

Quizá puedes imaginarte lo que sucedió.

Al regresar, acabar la carrera y ponernos a trabajar… nos llevamos un ¡ZAS!

¿Por qué?

Porque la titulitis, los límites sociales impuestos para la creatividad y las barreras mentales que casi nadie se atrevía a desafiar (mucho menos, a romper) nos dieron de bruces.

En toda la cara.

Fue entonces cuando decidimos tomar las riendas de nuestro tiempo, nuestra vida y nuestra profesión.

Porque, aunque nos trataban bien y trabajábamos en un área que habíamos estudiado después de nuestros periplos viajeros, la realidad era la que era:

Nos aburríamos como ostras de estar siempre con lo mismo.

Pasaban las semanas, meses y años.

Y sentíamos que el tiempo se nos escapaba.

¿Eso era todo?

¿No podíamos hacer nada más que regirnos a lo estipulado, sin aportar nada nuevo o creando un estilo de vida propio?

No.

No era todo.

Al menos, no para nosotros.

Queríamos viajar, descubrir lugares, exprimir al máximo todo lo que la vida nos ofrecía y no conformarnos con un camino establecido que no nos hacía felices.

Empezamos a investigar y descubrimos que había todo un mundo en Internet, que nos podía ofrecer la libertad que nosotros queríamos.

Así que mientras nos ganábamos la vida trabajando por cuenta ajena como jefes de proyecto, creamos Coobis, una plataforma ahora referente de marketing y nuestra primera startup.

Queríamos crear negocios online que nos permitieran cambiar nuestro trabajo estable por proyectos propios, que tuvieran nuestra marca y que dejasen en el mundo algo más que una nómina.

Queríamos identificarnos con la palabra IMPACTO.

Nos dejamos la piel en ello.

Y cuando quisimos darnos cuenta, nuestro chip había cambiado.

Isa ganó terreno gracias a su don natural de planificar. Juanmi encontró el camino idóneo que sus ideas necesitaban para crecer.

Y juntos aprendimos el sentido de la palabra EMPRENDER.

Fueron años difíciles. Sacrificando muchas cosas. Y compaginando los proyectos con nuestros trabajos por cuenta ajena.

Tuvimos que buscar la forma de dar más de nosotros, de rendir a otro nivel.

Nuestro ejemplo a seguir fueron otros emprendedores de éxito.

La clave era aprovechar al máximo nuestro tiempo y energía.

Ponernos objetivos y trazar un plan de acción para ir a por ellos.

Porque no se trata de estar muy ocupado haciendo cosas todo el día, sino de hacer las tareas correctas que te acerquen a tus objetivos con el menor esfuerzo.

Después de muchas noches durmiendo poco y muchos días trabajando a destajo, los resultados llegaron.

Vendimos Coobis y nos despedimos del trabajo por cuenta ajena para irnos de viaje de forma indefinida.

Estuvimos viviendo 6 meses en Estados Unidos y 3 meses en Asia.

Visitamos ciudades como San Diego, San Francisco Los Ángeles, Nueva York, Bangkok, Singapur…

Fuimos a cientos de eventos, hicimos decenas de cursos.

Nos seguimos formando en marketing, emprendimiento, productividad y alto rendimiento.

En todo este camino, Más y Mejor fue tomando forma.

Y ahí estábamos.

Por qué nació Más y Mejor

Compaginar es duro. Emprender es duro. Y nos dimos cuenta en primera persona, cuando llegaron los problemas con nuestros propios proyectos.

Vivíamos estresados, no teníamos vida y andábamos siempre liados con el trabajo. Habíamos emprendido para tener más libertad, y ahora nos encontrábamos con que éramos esclavos de nuestro propio negocio.

Agobiados, saturados de tareas y lo peor: sin avanzar hacia nuestros objetivos.

Eso no era lo que habíamos pensado cuando decidimos emprender.

Queríamos vivir felices, haciendo lo que nos gustaba y con tranquilidad en el día a día.

Y, de nuevo, pasamos a la acción.

Actuar no sirve de nada si no sabes para qué actúas

En ese tiempo, nos dimos cuenta de qué nos fallaba.

No teníamos un sistema para conseguir lo que queríamos.

No sabíamos hacia dónde íbamos.

Lo que sí sabíamos es que queríamos 3 cosas:

Ser más

productivos

Dar lo mejor de

nosotros mismos

Aprovechar el

tiempo al máximo

Nos pusimos manos a la obra para crear un método que lo hiciera realidad, siendo los jefes de nuestro propio proyecto y aplicando los conocimientos que ya teníamos del máster y de experiencia laboral.

El objetivo era que no solo nos sirviera a nosotros, sino que también otros emprendedores pudieran aplicarlo y hacer lo mismo con sus negocios en su día a día.

Para que también ellos se pusieran las pilas y no se fueran por las ramas como nos había pasado a nosotros.

Para que también ellos fueran cada día Más y Mejor.

Y así nació PROEM, nuestro curso de Productividad Emprendedora, que cuenta con más de 350 alumnos y con el que decenas de miles de emprendedores han entendido ya cuál es la clave para avanzar sin dispersarse.

Pero, ¡ojo!

Sería injusto y desmesurado por nuestra parte decirte que esto lo hemos conseguido solos.

No es así.

La vida es más agradable y fructífera en compañía.

“Eres la media de las 5 personas con las que más tiempo pasas” es uno de nuestros lemas, y lo aplicamos al pie de la letra.

La comunidad es uno de nuestros valores más fuertes. Y si no, mira la que liamos en nuestro último evento. 🙂

Nos encanta que la energía fluya. No hay más.

Y esa es la realidad.

Y tú ¿te atreves a ser Más y Mejor? :)